
Mientras que los últimos dos proyectos son más ambiciosos pues contemplan, por una parte, la creación de una plataforma para un utilitario de bajas emisiones de CO2 que serviría tanto para Opel como para PSA, y por otra parte, el desarrollo de un programa conjunto de coche del segmento D para Opel, Vauxhall, Peugeot y Citroën.
Los dos socios esperan lanzar al mercado el primer fruto de esa colaboración a finales de 2016. General Motors añadió que las dos partes están estudiando extender su colaboración en otros campos. Además, los dos grupos siguen desarrollando una central de compras común, en joint-venture, que les permitirá ahorrarse 2.000 millones de dólares al año de aquí a cinco años.
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